Un despacho de la agencia
anglosajona Reuters, en inglés, titula: "España discute un
plan de rescate global" de 300.000 millones de euros. ¡Oh!
¡Primicia! Después de Grecia, Irlanda y Portugal, turno de España
(y Chipre ...). Sólo se echa de menos a Italia para que todos los
PIIGS estén tirados en el suelo. ¡Las fichas del dominó caídas una
tras otra, tal como lo presagiaron los anglosajones pesimistas! Sin
embargo, hasta el momento, Madrid rechaza semejante plan, aludiendo
no necesitarlo. Una opinión compartida por la mayoría de los
Estados de la zona euro, que temen que a continuación sea el turno
de Roma. Y es que si el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera
(EFSF) y el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MES) tienen los medios
para rescatar a España, tal no será el caso de Italia.
Sin embargo, esta
llamada de socorro resulta bien curiosa. En primer lugar, porque no
hay fuego (Madrid, sólo debe cubrir 50.000 millones de euros de
deuda para cumplir su programa de préstamos en 2012). Y, por otra
parte, porque se beneficia (a 20 de julio) de una línea de crédito
de 100.000 millones de euros procedentes del EFSF para reestructurar
y recapitalizar sus bancos de ahorro, una ayuda que le permite a
España achicar temporalmente su deuda pública ya que, en enero del
año próximo, los fondos europeos podrán recapitalizar directamente
las cajas de ahorro españolas sin pasar por el presupuesto estatal.
El cable de Reuters resulta, por tanto, extraño, muy extraño.
Habituado
a los titulares más o menos engañosos de la prensa anglosajona
desde el comienzo de la crisis en la zona del euro -aplican el
siguiente adagio: "Nunca dejes que los hechos estropeen una
buena historia": leamos esto,
por ejemplo, o
recordemos
que
el
‘Financial
Times’
anunció
en
2010 que
China
iba
a
deshacerse
por
lavía
rápida
de
sus
reservas
en
euro)-
me dispuse a analizar el citado cable de la agencia Reuters en donde
se mezclaba alegremente la situación de España con la de Grecia,
asegurando que esta última podría ver su deuda reestructurada
nuevamente: una vez más las instituciones públicas estarían
dispuestas a asumir una gran pérdida... . Según ese cable, un
“oficial de la zona euro” les habría contado que el ministro de
Finanzas español, Luis de Guindos, habría tanteado el terreno con
su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, para recibir una ayuda de
300.000 millones de euros , afirmando que “Alemania no está muy
entusiasmada con la idea de un plan de rescate ahora”, añade la
fuente de Reuters (única). Sin embargo, el gobierno español negó
rotundamente la "noticia", lo que no impide que la
“información”, esta vez con fuentes, trascienda la barrera...
Esa
misma
mañana,
la “noticia” es difundida por un periódico de negocios español,
‘El Economista’. Pero no exactamente según lo informado por
Reuters. En la versión española, se afirma que sería una oferta
alemana (300.000 millones de euros en 18 meses) hecha en la semana
inmediatamente anterior. Esta información sí era cierta: el 19 de
julio, en votación en el Bundestag sobre el plan español, el
ministro Schäuble evocó esas cifras y esa posibilidad. Cuatro días
antes, el mismo periódico afirmó, citando a "fuentes
gubernamentales", que el Gobierno de Mariano Rajoy consideraba,
entre otras soluciones, solicitar una "línea de crédito"
acompañada por un programa de ajuste "aligerado" con el
que poder hacer frente a un vencimiento de 28.000 millones de euros
en octubre, con la obtención de préstamos al 7% de interés. Así
que, entre una proposición de Alemania y una petición de asistencia
de España, o entre una ayuda limitada y un plan de rescate global,
dista el grosor de un cabello.
Para
entender el juego, es preceptivo conocer que las autoridades alemanas
están a favor de que España acusa de inmediato a la ayuda del EFSF
y pase a ser tutelada por la Comisión y por el Eurogrupo. Así
opinan tanto Schäuble como el jefe del Bundesbank, Jens Weidmann. El
14 de julio, este último estimó que "los
balances de los bancos son siempre un reflejo de la economía mundial
(...) Estos tendrían (...) un efecto positivo en los mercados de
bonos, si los inversores constataran que las condiciones de ayuda a
España sobrepasan el marco del sector bancario.
Imposible ser más claro. Si Weidmann es hostil a la asistencia
directa a los bancos, una posibilidad abierta por el Consejo Europeo
de 28 y 29 de junio para poner fin a la espiral infernal entre la
deuda bancaria y la deuda pública, es porque él quiere que sea el
Estado español, no los bancos, el que garantice el reembolso del
préstamo a Europa. Se trataría de defender el dinero alemán.
Resumamos:
si es cierto que España ha pedido ayudar a la zona del euro y que la
fuente de Reuters no es sólo alemana (nada nuevo, sólo una
confirmación de lo que todo el mundo sabía), sino "europea",
lo dicho por la agencia aparentaría ser una verdadera primicia. Esta
consistiría, pues, en revelar una capitulación de España, que se
negó durante meses a pasar bajo el yugo de Bruselas al estimar, con
razón, que su situación no era más catastrófica que la de Gran
Bretaña . Y, más importante aún, que la discusión habría
comenzado en Bruselas, y que los europeos estarían dispuestos a
asumir el riesgo de contagio de Italia.
Ni
por un instante doy crédito a esta "primicia" dudosa,
sobre todo porque mis fuentes, que no son peores que las de Reuters,
la niegan. "Como siempre,
Reuters sólo tiene una única fuente, probablemente alemana.
La agencia puede haber hablado con
un subalterno de la Dirección General de Asuntos Económicos y
Monetarios de la Comisión, todos los demás estaban de vacaciones”,
me resumió un alto funcionario
de la Comisión, “buscamos saber de dónde viene (la información),
porque es totalmente falsa”. “En
una mierda”, me confirma un
próximo a Jean-Claude Juncker, el jefe del Eurogrupo: "no
habrá un rescate tradicional para España".
Nos hallamos aquí con dos desmentidos (o tres, añadiendo el del
gobierno español), lo que no quiere decir que la fuente anónima de
Reuters sea necesariamente falsa ...
Pero
ocurrencias aparte, la zona del euro está poniendo a punto otro
método de ayuda a España, que, además, hace los deberes aplicando
reforma tras reforma. Además de la asistencia directa a los bancos
ya programada, el Banco Central Europeo (BCE) podría intervenir de
nuevo para comprar en el mercado secundario (el de la reventa) de la
deuda española (como ya hizo en julio de 2011 con la deuda
italiana): este programa está, de hecho, inactivo desde marzo, pero
Mario Draghi, presidente del BCE, parece querer abrir la puerta a su
reactivación. También podría considerar permitir que el EFSF (y el
MES) compren, a través del BCE, deuda en el mercado primario o
secundario, posiblemente ofreciendo una licencia bancaria que permita
el suministro de liquidez barata por parte del BCE. Problema de esta
última solución: debe existir una demanda española y un programa
de ajuste estructural (ligero), que son dos cosas que Madrid rechaza.
Aún así, con los nuevos poderes presupuestarios asignados a la
Comisión (el llamado “paquete de seis” y pronto “paquete de
dos”), esta última tendrá un control real sobre las cuentas
públicas españolas, lo que podría constituir su verdadero
programa.
La
primicia de la agencia Reuters huele a déja vu. De hecho, no fue
reproducida por la mayoría de los periódicos, que finalmente han
aprendido a desconfiar. Pero tuve la desgracia de tuiterar (en
diversos tweets) lo siguiente: “Reuters
atacó ayer de nuevo: una fuente no identificada dice que España
está negociando un rescate de 300.000 millones.
Sólo algunos alemanes querrían un
plan español. Reuters
habla de fuentes de la UE, lo que de acuerdo con las mías es falso.
Si el pánico aumenta y España cae.
Bingo.
De lo contrario, dirán que el plan
no ha sido activado. Gana
(Reuters) en todos los casos”. Y
añado: “Mi turno: de
acuerdo con una fuente europea, Italia negocia un plan de 562.000
millones de ayuda (una cifra no redonda no da seriedad) #
runninggag”.
Divertido: varios usuarios me toman en serio... El jefe de Reuters en
Bruselas, Luke Baker, reacciona de inmediato (en francés, lo cual es
sorprendente): "Y ‘Liberation’,
siempre en primer con las noticias UE ...
Pienso
que no. Más
de 20 años en Bruselas y ... Bah”.
Además
de
no ser muy agradable y de
mostrar una total falta de comprensión hacia mi trabajo (:-D), me
resulta extraño que me ataque personalmente y con violencia en vez
de ceñirse al fondo de la cuestión. Después de todo, uno tiene
derecho a criticar la información, incluso cuando se trata de
Reuters (es cierto que a sus periodistas les pagan por pieza, lo que
ayuda a los deslices – aunque ya no es el caso, me soplan desde
Reuters: ¿habre tocado justo en el hueso?).
Siguió
una larga serie de tweets más o menos ásperos. Mi colega español,
Antonio Delgado, de la radio española, a su vez reacciona:
"Quatremer está en lo
correcto. Reuters
–la mejor agencia del mundo- está haciendo el trabajo sucio en la
crisis del euro”. Julien Toyer,
actualmente corresponsal de Reuters en Madrid y ex corresponsal en
Bruselas, Christian Spillmann, corresponsal de la AFP en Bruselas, y
Ian Traynor, corresponsal de The Guardian en Bruselas, intervinieron
en el debate. Este último señaló que "Jean
tiene razón. Bulo
deliberado desde Berlín”, lo que
resume exactamente lo que fue dicho por mis colegas durante estos
intercambios: un bulo alemán y no un debate europeo,
definitivamente. Claramente, la primicia de Reuters no lo es. Por
otra parte, en un despacho fechado el domingo sobre la crisis en la
zona del euro, ya no hubo ninguna referencia a este supuesto plan,
que sin embargo fue primicia aquel viernes ... Lo que no significa,
por supuesto, que España no emita algún día un SOS.
Desde
que comenzó la crisis, buena parte de los medios de comunicación se
han alimentado de falsos "scoops" que a menudo no son más
que verdadera manipulación de la información. Ese es el gran
peligro de la actual crisis financiera, en donde la información
forma parte de la estrategia de los inversores y por tanto debe ser
manejada con extrema precaución, ya que, de lo contrario, puede
jugar en beneficio de actores financieros poco recomendables (y,
además, sabemos también que Reuters juega en los mercados y vive de
las remuneraciones de tales actores...). En mi opinión, es mejor
obviar la publicación de algunos de esos “scoops”, que estar en
el servicio de una agenda que no podemos manejar. O bien que seamos
claros con el lector y le expliquemos cuales son las encrucijadas de
esa información que estamos dando, reconociendo que sólo tenemos
una fuente (como fue el caso del supuesto informe de Reuters) y a qué
nivel pertenece. Esto también es honestidad periodística.
Actualización:
esta mañana, Luke Baker, de Reuters, en lugar de contestarme sobre
el fondo, se ha involucrado en un nuevo ataque personal en Twitter,
lo que demuestra que su primer tweet no era un simple arrebato:
"¿Pero
¿quién es este @
Quatremer?
¿Periodista en Bruselas? Una carrera se perdió durante la crisis
Ahora, solamente chismes". Le
repliqué:
".. @
LukeReuters
responda al fondo de la cuestión, en lugar de dedicarse a los
ataques personales que deshonoran a su agencia #
sortiederoute "
.
Me parece increíble que el responsable de una agencia mundial se
involucre en insultos públicos para tratar de intimidarme, aún más
cuando mis críticas eran sobre fondo y no sobre la carrera de Baker,
sobre la cual lo ignoro todo (quiero precisar que el cable que he
criticado
aquí
no iba firmado por él).
Es necesario que Reuters aprenda a ser criticada, como todos los
demás medios de comunicación.
Publicado el 29 de julio de 2012
Traducido
de Liberation